- "Para todo pensamiento occidental, ignorar su Edad Media es ignorarse a sí mismo". Estas palabras del maestro È. Gilson no sólo siguen siendo válidas hoy en día sino que nos alertan de la imposibilidad de desembarazarnos de nuestra historia renegando de ella, "del mismo modo que un hombre no se deshace de su vida anterior por el hecho de olvidar su pasado". La Edad Media es un pasado viviente y presente en nosotros; lo es en múltiples campos y lo es, desde luego, en el ámbito político: en palabras de Walter Ullmann, "prescindiendo de pequeñeces sin importancia, el período medieval, en el que, por lo menos en el Occidente, surgieron lo que modernamente entendemos por ideas políticas, es el período del aprendizaje, la pubertad y la adolescencia de Europa". Como bien sabemos, temas y problemas fundamentales para los valores y la política contemporánea, tales como la relación entre política y religión, la soberanía del Estado, el origen popular del poder, la propiedad, el poder legal y la justicia, el deber de obedecer y otros muchos fueron tratados en profundidad durante este período. Todo el horizonte del pensamiento político medieval, desde San Agustín a Nicolás de Cusa, es objeto de riguroso estudio en las nueve conferencias que vertebran el libro. Junto a estas ponencias, más de cuarenta comunicaciones explicitan aspectos de gran interés relacionados, fundamentalmente, con el pensamiento político medieval.
domingo, 22 de febrero de 2015
Pensamiento Político en la Edad Media (grado 11)
jueves, 19 de febrero de 2015
Religión y Moral - Para Grado noveno CBH Tulua
TEOLOGÍA MORAL
Introducción
Sin hacer referencia a las definiciones y descripciones que de ellas se dan,
aquí por religión se entiende la relación de comunión con Dios ("ordo ad
Deum") vivida y expresada en hechos que miran a su adoración y
glorificación. Mientras que la ética filosófica estudia la relación con Dios
del hombre en cuanto tal, la teología moral estudia la del hombre que se
encuentra ya referida a Dios gracias a la inserción sacramental en el misterio
cristiano de salvación.
El tema religión-moral, para plantearlo correctamente y resolverlo
adecuadamente, requiere que se analicen los dos términos en el doble sentido
que va de la religión a la moral, y viceversa. Por tanto, en una primera parte
se estudiará el nexo que establece la tradición judeo-cristiana entre relación
con Dios y comportamiento ético, relación que no puede ya en los tiempos cristianos
prescindir del aspecto sacramental. Una segunda parte estudiará el deber que
tiene la moral hoy frente a la religión, o mejor al hombre moderno (de este
hombre moderno es interlocutor privilegiado el hombre secularizado, aunque
habrá que extender el diálogo al hombre nihilista, etc.), para que pueda vivir
la experiencia religiosa, así como frente al pueblo, para que se le respete y
ayude en su religiosidad. Una tercera parte, en lugar de detenerse en los actos
religiosos particulares, puesto que de ello se trata específicamente en otras
voces del diccionario, se limitará sólo a algunas indicaciones morales.
1. LA SEPARACIÓN RELIGIÓN-VIDA Y EL HOMBRE DE HOY. El hombre de hoy
considera el mundo como tarea y responsabilidad suya; tiene la convicción de
ser protagonista de la historia; advierte que todo debería ordenarse al
servicio del hombre.
Debido al abismo que se ha creado entre religión y vida, culto y vida, el
hombre moderno, considerando la religión como separación del mundo, de los
lugares y de las actividades profanos, está convencido de que ésta "aparta
de la edificación de la ciudad terrena" (GS 20). Así considerados,
religión y culto son colocados como alternativa al mundo: el hombre moderno,
para no desertar del mundo y para no abdicar de su responsabilidad, deja la
religión y el culto.
En efecto, muchos cristianos dividen la realidad en dos sectores que no se
comunican entre sí: el mundo de lo profano y el mundo de lo cultual y sacro; la
religión y el culto se convierten en un mundo aparte al cual nos retiramos
"para estar con Dios". Echando una mirada a las comunidades
cristianas, se comprueba que el culto y los sacramentos están junto a la vida
real sin ejercer en ella influjo alguno; difícilmente el hombre contemporáneo
podría descubrir partiendo de la praxis cristiana la relación culto-vida. El
culto a menudo se agota en el momento ritual, sin desembocar en la vida.
El Vat. II no vacila en ver en la separación religión-vida, culto-vida, una
de las causas del ateísmo y de la arreligiosidad imperantes (cf GS 19 y 21),
contándolo "entre los errores más graves de nuestro tiempo" (ib, 43)
y cualificándolo como "escándalo" (l. c.). Y la denuncia va más allá:
contempla la superación en la "síntesis vital" (l.c.) entre fe,
religión y culto, por una parte, y compromisos humanos, domésticos,
profesionales, científicos y técnicos, por otra.
2. MIRADA A LA HISTORIA DE LA TEOLOGÍA MORAL. Tomás de Aquino trata de la
virtud de religión en la Summa Theologiae II-II, qq. 80-100.
Aunque la coloca entre las virtudes morales, puesto que tiene como objeto
inmediato no a Dios, sino los actos de culto (cf q. 81, a. 5), la pone en
estrecha relación con las virtudes teologales que, además de expresarse en ella
(cf q. 101, a. 3, ad 1), estimulan el ejercicio de la virtud de religión
("causant actum religionis": q. 81, a. 5, ad 1), e incluso hacen que
el hombre se dé a sí mismo a Dios mediante los actos de culto (cf q. 82, a. 2,
ad 1).
Santo Tomás se preocupa también de poner la virtud de religión en relación
con las otras virtudes morales; ella inspira y estimula su ejercicio
y ordena todo a la gloria de Dios: la moral -y por tanto la vida
entera está así animada por la virtud de religión y adquiere un carácter cultural
(cf q. 81, a. 5, ad 1; q. 88, a. 5) y sacrificial (cf q. 81, a. 4, ad 1).
Al unir en la virtud de religión las virtudes teologales y las morales,
Tomás de Aquino salva la relación entre gracia, vida teologal y religión y
entre religión y vida: salvaguarda de este modo al hombre en su unidad, porque
le ayuda a hacer la síntesis entre fe, gracia y religión, lo mismo que entre
religión y vida.
Si echamos una rápida mirada a la historia de la moral de los siglos
sucesivos, nos encontramos con tratamientos diversos en la estructuración, pero
sobre todo en la concepción.
Los manuales que siguen el esquema del decálogo (cf, p.ej., H. NOLDIN,
Summa theologiae moralis II, Innsbruck 195731) presentan la religión como un
conjunto de deberes que hay que cumplir ante Dios; les falta una inspiración
teológica unificadora, así como una visión dinámica; las virtudes teologales y
la virtud de religión, además de estar yuxtapuestas, son presentadas de manera
estática, y no en cuanto expresiones del ser cristiano. No aparece si y cómo
puedan y deban ser principios inspiradores de comportamiento; la religión es un
momento de la vida, pero sin influir en ella. Falta también el nexo con los
sacramentos.
De los manuales que siguen el esquema de las virtudes, mientras que
algunos, a pesar de su diversa estructura, en los contenidos terminan
reproduciendo las características negativas de los manuales según el decálogo
(cf, p.ej., A. LANZA y P. PALAZZINI, Theologia moralis II, Turín 1955), sólo
unos pocos siguen a santo Tomás, además de en la estructura, también en la
preocupación de unidad entre religión y vida moral en contra de los
peligros de la fragmentación y del paralelismo (cf, p.ej., Iniciación teológica
II, Herder, Barcelona 1962).
Los manuales más recientes que siguen el esquema de las relaciones y del
amor (cf, p.ej., G. MAUSBACH, Teología Moral Católica, 3 tomos, Eunsa, Pamplona
1971-1974; B. HARING, La ley de Cristo II, Barcelona 19654) presentan los
deberes religiosos como expresiones de la vida divina que se nos ha dado en
Cristo y como participación en la alabanza de Cristo y de la Iglesia. Además
ponen en estrecha relación religión y sacramentos. La vida, o sea, el vasto
campo de la moral, es referida a la religión.
I. La religión, fundamento de la moral
1. LA MORAL CRISTIANA ES UNA MORAL RELIGIOSA. En la vida de muchos hombres,
moral y religión son distintas: es fácil encontrar hombres que son
profundamente morales, aun siendo arreligiosos, y otros que, aun siendo
religiosos, no deducen su comportamiento de Dios. Muchos sistemas
éticos parten del hombre; la moral es vista como el autoperfeccionamiento del
hombre, y la religión como medio para perfeccionarse a sí mismo.
La moral cristiana es una moral religiosa; ya el AT funda la moral no en el
hombre, sino en la alianza; en efecto, el comportamiento de Israel brota del
pacto con Dios, o mejor de las exigencias que Dios hace en este pacto; para el
NT la moral se funda en la relación del hombre con Cristo (cf Jn 13-17).
Mientras que en la moral del autoperfeccionamiento la relación con Dios es uno
de los comportamientos, en la moral religiosa es el fundamento de todo
comportamiento; da forma y valor a toda la moralidad.
Característica de la acción de Dios es el hecho de escoger libremente a los
suyos, sin mérito alguno de su parte (cf, p.ej., Dt 7,7-12; Ef 1,3-14; 2,8);
Dios llama a la santidad, a vivir con él y como él (cf, p.ej., Gén 17,12; Miq
6,8; Ef 1,4). Por todas partes destaca el carácter teocéntrico de la moral
cristiana: el fin primario no es perfeccionarse a sí mismo, aunque esto está
incluido, sino responder a Dios, acercarse a él y ser como él quiere, a saber:
semejantes a él, en lo que está incluida la perfección. El fin de la moral
cristiana es la gloria de Dios (cf, p.ej., Is 43,21; lPe 2,9). La moral
cristiana es un vivir según la palabra de Dios; es una respuesta a la llamada
de Dios.
La moral, además, es respuesta a las exigencias de Dios: él funda las
exigencias en los dones que ha dado por anticipado. El AT (cf Éx 20,2-17; Jos
24,1-24) hace preceder a las varias instancias un prólogo histórico, donde se
enumeran los dones de Dios y su iniciativa gratuita; el NT subraya en todas
partes el primado de la gracia, del amor de Dios. "Jesús fue a Galilea a
predicar el evangelio de Dios, y decía: se ha cumplido el tiempo y el reino de
Dios está cerca; arrepentíos y creed en el evangelio" (Mc 1,14).
Jesucristo inicia su ministerio, no formulando instancias al hombre, sino
llevando el mensaje del amor de Dios. Los escritos apostólicos pasan del
indicativo de la buena nueva -es decir, de la predicación de lo que Dios ha
realizado por los hombres al imperativo para la vida cristiana: "Antes
erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor (= indicativo). Caminad, pues, como
hijos de la luz (= imperativo)" (Ef 5,8; cf también Jn 3,16-17; Un 3,9-10;
Col 3; ICor 5,6-8; 1Pe 1,13-17; 2,9-10).
La moral religiosa se funda en los dones de Dios y está orientada a
la alabanza de la gracia; toda ella está estructurada sobre el primado de
la gracia, sobre evangehum et lex, y no viceversa; la economía
de la /ley nueva saca su fuerza y su valor de la / gracia; el conocimiento de
la norma de la nueva ley se tiene, por tanto, con el conocimiento de los dones
de Dios.
2. RELIGIÓN Y SACRAMENTOS. La salvación mediante la cual Dios en su gran
amor va siempre cada vez más al encuentro de los hombres "para invitarlos
y admitirlos a la comunión consigo" (DV 2) alcanza su vértice cuando
"el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros; y nosotros vimos su
gloria, gloria como de unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad"
(Jn 1,14). La alianza o religión se profundiza hasta el punto de que Dios se
convierte en hermano, amigo y compañero del hombre.
Esta relación con Dios -religión- se objetiva en los / sacramentos:
misterios de la vida de Jesucristo, que se hacen misterios de salvación, de
comunión y de vida nueva. El encuentro de Dios y con Dios se tiene ahora de
modo privilegiado en el encuentro sacramental con Cristo Señor, acontecimiento de don supremo de comunión. El Hijo de Dios, en efecto, al hacerse
hombre, ha dado a los hombres la posibilidad de participar de la vida
trinitaria; la profunda relación de comunión se expresa con las imágenes de los
sarmientos y de la vid, que es Cristo (Jn 15,1-8), de los miembros y del
cuerpo, del que Cristo es cabeza (Ef 4,15s).
Esta comunión de vida es más que un don ontológico; es un nuevo principio
de acción. No basta vivir la vida moral; es necesario que sea una vida divina,
es decir, que brote de la participación de la vida trinitaria mediante la
gracia. Pues la gracia es la forma última y excelsa del hombre, y por
tanto la norma de su obrar; el don de la comunión que nos hace hijos en Cristo
constituye para el cristiano su ser y su deber, indicativo e imperativo al
mismo tiempo. La gracia debe entenderse sobre todo como energía y como acción
del Espíritu Santo en el cristiano; cuando el creyente se deja conquistar por
la gracia, el imperativo del vivir en Cristo se ve como querer y como amor
personales. Porque al participar de la vida de Dios, se participa del amor
trinitario, que permite amar como Cristo ha amado; Cristo entonces se convierte
en ley, no sólo porque se convierte en medida existencial, y por lo tanto en
norma, sino sobre todo porque a través de la obra de la gracia del Espíritu da
la voluntad y el amor para comportarse de manera correspondiente. Cristo es ley
mucho menos a través de acciones y exigencias exteriores que porque plasma y
guía el interior del creyente.
La vida trinitaria en Cristo se obtiene mediante los sacramentos que,
cristificando, divinizan al hombre. Ellos, al crear una estrecha relación con
Dios, infunden en el hombre el amor y la vida de la Trinidad, para que impregne
todo el mundo: el cristiano no debe impedir ese curso, sino favorecerlo con su
vida moral.
San Juan expresa la fuerza imperativa de los sacramentos con la fórmula
permanecer: se debe permanecer con la vida en lo que Dios ha realizado con los
sacramentos. Dios ha promulgado su ley -ley de gracia- por medio de la vida, de
los ejemplos y de la palabra de Jesucristo, pero sobre todo mediante la efusión
de la gracia; los sacramentos, al producir la gracia, enseñan la ley de la
grac.
3. RELACIÓN ENTRE SACRAMENTOS Y NORMAS MORALES. Agere sequitur
esse: tarea de la ética es descubrir e indicar el agere en
relación al esse. La moral cristiana se encuentra ante
un esse en el cual, además del elemento natural, hay un
elemento sobrenatural; un esse que, además de ser término de
la acción creativa, es también término de la acción salvífica de Dios en
Cristo. Brevemente, el esse con el que trabaja la moral
cristiana es un ser sacramental, que encuentra su origen y su alimento en los l
sacramentos. El obrar cristiano, por consiguiente, es un obrar sacramental, es
decir, encuentra en los sacramentos su fuente y su norma.
El Vat. II, siguiendo las huellas de la literatura apostólica y patrística
y de la praxis litúrgica, considera los sacramentos como "fuente" de
la vida cristiana, en el sentido de que los fieles deben manifestar en la vida
lo que se han hecho gracias a los sacramentos recibidos en la celebración del
culto (cf SC 10; LG 7).
La liturgia, en la línea de la teología conciliar, considera la vida
cristiana en clave sacramental: todos los comportamientos -personales, sociales
y eclesiales= son presentados como exigencias de la vida nueva comunicada por
los sacramentos. La renovación litúrgica nos presenta los sacramentos como
fuentes de esta vida nueva; constituyen, pues, también las normas concretas del
comportamiento cristiano, que debe traducir en las obras lo que el signo
sacramental significa y realiza para los fieles. Es siempre el ser, pero el ser
sacramental, el que preside el obrar.
La Iglesia, comunidad cultual por estar edificada por los sacramentos, debe
buscar las normas de su obrar en ellos: toda celebración, en el momento mismo
que la edifica, a la vez la compromete; la Iglesia, a la vez que recibe los
dones de Dios, debe descubrir las exigencias de vida que hay en ellos y de
ellos brotan. Para la comunidad cristiana el momento litúrgico sacramental no
es uno de tantos momentos, y menos aún es un momento alienante; es, por el
contrario, el momento del que se origina su obrar y en el cual descubre ella las
direcciones que ha de seguir.
La eucaristía es la celebración de la muerte y la resurrección de Cristo;
es el momento que funda las actitudes de la comunidad. El domingo es un don
precioso de Dios. En él celebramos la eucaristía; y la eucaristía es una escuela
de vida, pues hace brotar de la celebración del resucitado el deber de la
esperanza y del anuncio pascual, y de la celebración del "pan
partido" el deber de la comunión. Es la antigua convicción de Ignacio de
Antioquía de que los cristianos deben vivir según el domingo (katá
kyriakén zontés: Magn. 9,1). El resucitado, además de ser el motivo de
la alegría cristiana, es, para la comunidad, el criterio valorativo y
orientador del presente en la historia personal y social, pues él es la
realización plena del hombre nuevo; la Jerusalén celeste es el modelo de la
sociedad donde se puede vivir con plena libertad y en comunión. Es función de
la comunidad que celebra el misterio del resucitado descubrir los
comportamientos que brotan en continuidad de la resurrección y que a ella
conducen, y los que la rechazan o reniegan de ella.
Considerar los sacramentos, cosa que han hecho los manuales, como
"deber" o "ayudas" de la vida cristiana significa
empobrecerlos, no percibir su realidad de fundamento y fuente de la vida
cristiana. Es muy significativo y esclarecedor el método de la catequesis
mistagógica que encontramos en los Padres: dan las normas de la vida cristiana
a partir del sacramento celebrado (cf SC 59). Si el culto, en el momento en que
es alabanza de Dios, se convierte en experimento de las normas de
comportamiento para la comunidad celebrante, los cristianos serán un signo
de novedad para el mundo; es la única manera de demostrar que la religión es una
fuerza que transforma la vida, y no una alienación, una fuga del mundo.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Historia Oral
Proyecto de Aula, grado 10 - Colegio Bilingüe Hispanoamericano
¿Qué ventajas ofrece la historia oral en el aula?
"La historia oral escolar sirve para salvar la brecha entre lo académico y la comunidad; trae la historia al hogar, ya que relaciona el mundo del aula de clase y el libro de texto con el mundo social directo y diario de la comunidad en que vive el estudiante."[i] La historia oral abre una nueva dimensión en la historia local y familiar y permite a los alumnos:
- Promover el contacto del alumno entrevistador con diversas opiniones y puntos de vista sobre hechos y procesos
- Construir colectivamente el pasado reciente, asumiendo el rol de productores activos en la recolección de fuentes y aportes para la construcción de relatos y documentos históricos.
- Reconocer la importancia de investigar, explorar y conocer las raíces culturales de sus comunidades, con el fin de valorar su riqueza y potenciar el descubrimiento de su patrimonio étnico y cultural
- Revalorizar los lazos intergeneracionales, ya que muchas veces sus padres y abuelos se transforman en informantes claves durante el proceso de la investigación.
1. ¿Qué es la historia oral?
Se conoce como historia oral la técnica que se utiliza para registrar y recuperar, por medio de una entrevista, los testimonios de personas que fueron protagonistas de un hecho histórico y tienen de él un conocimiento directo. Por eso, se concentra en los procesos contemporáneos. En este sentido, cuando se hace historia oral lo que se recogen son experiencias del pasado reciente, contadas desde la perspectiva del presente.
Los documentos y libros de historia no pueden decirnos todo sobre nuestro pasado. Al concentrarse solo en hechos históricos importantes o personajes famosos, suelen dejar de lado hechos y personas comunes, sus historias diarias, la historia de los excluidos o la historia de los vencidos (comunidades étnicas minoritarias, mujeres, marginados sociales, delincuentes, homosexuales, etc.).
La historia oral permite que aquellos que fueron excluidos de la historia oficial puedan ser escuchados, buscando y recuperando experiencias olvidadas o desconocidas, porque la particular forma en que la gente da sentido a sus vidas es una evidencia históricamente valiosa. Se trata de dar voz a los que no la tienen.
La memoria es siempre una mezcla de hechos y opiniones, y ambos son importantes. Sin duda la memoria tiene un carácter subjetivo y tendencia a interpretar la historia más que a reflejarla. En consecuencia los trabajos de historia oral pueden encontrar sentido no solo en lo que la gente dice sino también en lo que no dice.
Es necesario recordar que la memoria de nuestros informantes está histórica, social y culturalmente condicionada. Lo mismo ocurre con el entrevistador y su mirada, que siempre estará guiada por los objetivos e hipótesis de su investigación, por su disciplina, etc.[ii]
2. La entrevista de historia oral
Como señalamos, el instrumento privilegiado para realizar una historia oral es la entrevista. A diferencia de una encuesta, que puede ser completada sin intervención del encuestador, la entrevista exige que el entrevistador y el entrevistado estén cara a cara. Desde esta perspectiva, Ronald Grele define entonces la entrevista de historia oral como una "narrativa conversacional". Se dice que es conversacional por la relación que se establece entre entrevistado y entrevistador, y narrativa por la forma de exposición -en que "se cuenta, relata o narra una historia".[iii] Se trata de un diálogo más duro que el de una conversación cotidiana, pero con una relación de confianza entre entrevistado y entrevistador.
La entrevista como resultado de la interacción entre entrevistador y entrevistado es una creación colectiva. "Una entrevista no es una conversación espontánea. Es una situación artificial, donde el entrevistador busca información para su investigación y el entrevistado de alguna manera busca hacer pública su historia y sus puntos de vista".[iv]
El uso de la entrevista para confirmar o ampliar cualquier dato histórico no implica, necesariamente, estar haciendo historia oral. En principio, la historia oral no se usa para buscar aquello que ya aparece en los libros (excepto que sea dudoso) sino que busca lo que solo a partir del relato de la gente, a partir de una entrevista, se pueda encontrar.[v]
El éxito de cualquier investigación de este tipo depende, en gran medida de la calidad de la/s entrevista/s realizada/s. Una buena entrevista supone varios factores: elección de informantes, conocimiento previo del tema a investigar, definición clara de hipótesis de investigación, amplitud necesaria para abordar aspectos no planificados antes de la entrevista y que pueden abrir nuevos caminos y el registro no solo de lo dicho sino también de lo callado.[vi]
Existen diversos tipos de entrevistas y la elección de cada uno dependerá de las necesidades propias de la investigación y del entrevistado en cuestión. Las entrevistas pueden ser estructuradas en torno a cuestionarios fijos o ser conversacionales y flexibles, individuales o colectivas. Por otro lado, hay un tipo de entrevista mucho más abierta que permite al entrevistado armar lo que va a contar: son conocidas como historias de vida. En ellas son tan importantes los segmentos del relato referidos al tema de investigación como la narración de la vida del relator, tanto en su contenido como en la forma de hacerlo.
3. Pasos a seguir
- Elegir el tema. Es importante, antes de empezar, definir el tema a investigar. Este puede ser la familia, el barrio, la escuela, etc. Luego será necesario definir algunas temáticas que orientarán el proyecto de investigación: una década o año en particular, un hecho histórico, la llegada al país o al lugar de residencia (migración/inmigración), etc. Para ello quizás resulte oportuno utilizar el programa Cronos, un software que permite crear líneas de tiempo y se encuentra instalado en los dispositivos de los alumnos y en las notebook de los docentes.
- Planificar / Investigar. Antes de recurrir a la fuente oral es necesario buscar y analizar otras fuentes, recorriendo un camino previo, similar al trabajo del historiador clásico. Es posible consultar en libros, mapas o diarios viejos. Valiéndose del software educativo Google Earth, los alumnos podrán investigar diferentes lugares y regiones del planeta, del país y hasta de su ciudad.
- Buscar informantes. Una vez seleccionado el tema es posible comenzar la búsqueda de informantes claves que puedan aportar su mirada a la investigación. Los informantes clave se seleccionan por su conocimiento directo acerca del tema que se va a investigar. Estos pueden ser amigos, parientes o vecinos. Quizás sea necesario contactar a integrantes de organizaciones sociales, culturales y/o políticas, como clubes, ONG, sindicatos, etc. Proponéles a los alumnos que redacten un mail introduciendo en el tema y convocando a participar de la entrevista. Para enviar dichos mensajes de correo electrónico o e-mails pueden utilizar elThunderbird.También pueden realizar folletos agregándoles imágenes relacionadas con el tema.
- Preparar las preguntas. Es fundamental preparar una lista de preguntas que orienten la entrevista. Sin embargo es importante tener en cuenta que no se debe ser demasiado rígido. Este listado puede funcionar como una guía temática, dejando espacio a lo que pueda surgir espontáneamente en la entrevista y que no esté planificado. Para que los alumnos realicen un trabajo colaborativo podrán compartir las ideas utilizando el software Google Docs. También podrán compartir archivos y documentos y alojarlos en la red de la escuela o en alguna de las máquinas, para ello quizás resulte oportuno utilizar el programa OCSInventory Cliente, ideal para trabajar con computadoras en red.
- Medio de registro. Al entrevistar seguimos una de las técnicas de los primeros historiadores, pero en la actualidad esto se ve facilitado por recursos tecnológicos de registro de audio y video. Todo esto beneficiado por el abaratamiento de los costos de producción y de acceso a herramientas digitales, que hace mucho más accesible este tipo de tecnología. Las grabaciones y registros que se realicen son, en sí mismos, fuentes históricas y como tales necesitan ser accesibles para otros, por eso es aconsejable una buena calidad de grabación y registro. Durante la realización de las entrevistas, los alumnos pueden sacar fotos o filmar y luego editar un video con Movie Maker (programa de edición de videos instalado en los equipos). Si no cuentan con una cámara filmadora o de fotos, podrán utilizar las Webcams que incluyen los equipos o un celular con cámara de fotos.
- La entrevista. Algunas sugerencias a tener en cuenta durante una entrevista son:
- Es importante que la entrevista se realice en un lugar (preferentemente privado) en el que se sienta cómodo el entrevistado.
- Es útil comenzar con preguntas sencillas, que no planteen polémica y que permitan entrar en confianza al informante. Algunos puntos que deben ser cubiertos en cualquier entrevista son: nombre completo, fecha y lugar de nacimiento, profesión, etc. Además, cualquier sea el tema a investigar siempre será conveniente recolectar algo de información sobre la infancia, padres, abuelos, hermanos, hermanas, juegos de la infancia, etc. En definitiva, poder construir una historia de vida del entrevistado, desde su infancia hasta la actualidad.
- Es importante evitar preguntas que puedan responderse simplemente con un "sí" o "no".
- No interrumpir una buena historia con otra pregunta. Algunas veces, el informante clave podrá ser entrevistado más de una vez.
- Si la persona entrevistada se desvía del tema y su relato pierde interés, debemos intervenir para que vuelva al tema principal ("antes de continuar, desearía saber...").
- No deben cuestionarse los detalles que nos proporcione aunque estos no concuerden con nuestros datos. Si la versión obtenida es muy diferente de la conocida, podemos intentar plantear este problema de manera indirecta ("yo tenía entendido que..."), con el fin de aclarar las contradicciones pero sin presionar.
- La información obtenida debe verificarse con otras fuentes. Hay que decidir qué información adicional deseamos y concertar eventualmente nuevas entrevistas. Generalmente, hay aspectos que requieren ser abordados de nuevo, pues han quedado solo apuntados.
- Después de la entrevista. Al terminar la entrevista es importante agradecer al entrevistado por su tiempo y establecer si será necesaria una segunda entrevista. Además, es probable que el entrevistado tenga fotografías o documentos que le ayuden a relatar su historia. Es importante quedar en contacto con el entrevistado para devolver esos materiales, una vez que sean registrados.
Durante la realización de estas entrevistas, proponeles a los alumnos que las filmen y luego editen un video con Movie Maker (programa de edición de videos instalado en los equipos). Si no cuentan con una cámara filmadora o de fotos, podrán utilizar las webcams que incluyen los equipos o un celular con cámara de fotos.
Podrán compartir los archivos y documentos y organizar una biblioteca multimedia de Ciencias y alojarla en la red de la escuela o en alguna de las máquinas.
NOTA: SOLO PARA ESTUDIANTES DE GRADO DECIMO
martes, 17 de febrero de 2015
REVOLUCIÓN RUSA
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La Revolución Rusa
Al entrar en el siglo XX nos encontramos en Rusia con uno de los países más atrasados de Europa. Desde el punto de vista económico la industrialización es muy débil y se concentra en puntos muy concretos. La agricultura sigue siendo la base de la economía; el atraso se demuestra en el hecho de que el feudalismo ha desaparecido de manera oficial hace tan sólo cuarenta años, a cambio los campesinos deben pagar por la tierra una gran cantidad de dinero al Estado y a los terratenientes. Pero lo más alarmante es su situación política, el zar gobierna de una manera absoluta y no quiere ni oír hablar de constituciones, cualquier intento de oposición es sofocado con la policía o con el ejército zarista. Hay varios partidos que intentan cambiar la situación, el poder autocrático (absolutista) del zar sufrirá su primer envite en 1905 y en 1917 acabará desapareciendo.
En 1917 estala una revolución que tendrá una gran trascendencia en la historia de la humanidad, algunos, en cuanto a su importancia, la comparan con la Revolución Francesa. La revolución tiene dos fases claramente separadas, la primera en febrero, y consigue, tras la caída del zar, la proclamación de un régimen burgués y constitucional que no solucionará los problemas del país. La segunda fase se da en octubre y en la un partido marxista, el bolchevique, conquista el poder político; es la primera vez que triunfa una revolución en todo un país siguiendo los postulados de Marx.
Lenin será la figura clave tanto en la planificación de la revolución de Octubre como en la configuración de la nueva URS. Tras vencer en la guerra civil os comunistas se enfrentan con el reto de construir un nuevo Estado inspirado en las ideas de Marx pero al que Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, aporta sus propias ideas. Será el creador de un Estado que va mantenerse hasta la crisis del comunismo y la desaparición de la URS en diciembre de 1991.
Lectura:
Enlace: http://bachiller.sabuco.com/historia/La%20revolucion%20rusa.pdf
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